Y sí, la vaca sigue dando leche, como se puede comprobar con la última vuelta de tuerca, la edición 3D ya en las pantallas como 'Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma', el título completo de la película, que por fin se 'estrena' en el orden lógico, en primer lugar, y no en el que fue filmada la serie. A partir de ahora las otras cinco se irán distribuyendo, en principio al ritmo de una por año, continuando con 'El ataque de los clones', 'La venganza del sith', 'Una nueva esperanza' (título definitivo, el anterior era La Guerra de las Galaxias, que queda para toda la saga) 'El imperio contraataca' y 'El retorno del jedi'. Es la tercera ocasión en que los personaje de una galaxia muy lejana vuelven a los cines, lo que tiene un mérito incalculable: primero en 1977, luego veinte años después tras la revisión digital, incluyéndose algunos cambios y ahora en el 3D. ¿Aporta algo nuevo? En realidad no, al menos con 'La amenaza fantasma', de lejos la más floja, con un guión pobre y unos diálogos que chirrían. Sólo la presencia del trío de actores principales -Liam Neeson, Ewan McGregor y Natalie Portman, a menudo con cara de perdidos en el espacio- salvan algo la función, que se desbarata y pierde interés por el exceso infantiloide de Lucas. Eso ya lo sabíamos -la serie remontó vuelo gracias a la intervención del genial Lawrence Kasdan en el guión de 'El imperio', que dio profundidad y contenido a la historia-, y los ewoks de 'El retorno' resultan un buen ejemplo de lo peor del universo galáctico.
El uso de las tres dimensiones apenas añade algo en el discurrir de 'La amenaza' salvo, quizá, a la carrera de las vainas, 'inspirada' por decir algo, en 'Ben-Hur' y que con el 3D adquiere una cierta prestancia. Se nota que la película no ha sido pensada para la profundidad y pese al trabajo realizado por ILM, el resultado resulta poco atractivo en general. Habrá que ver qué puede dar de sí trilogía clásica. Como mínimo resulta un auténtico placer disfrutar de Skywalker y familia en una gran pantalla y con los medios sonoros y visuales actuales. Quizá sólo por eso y por escuchar la música de inicio, el clásico de John Williams, vale la pena.
El uso de las tres dimensiones apenas añade algo en el discurrir de 'La amenaza' salvo, quizá, a la carrera de las vainas, 'inspirada' por decir algo, en 'Ben-Hur' y que con el 3D adquiere una cierta prestancia. Se nota que la película no ha sido pensada para la profundidad y pese al trabajo realizado por ILM, el resultado resulta poco atractivo en general. Habrá que ver qué puede dar de sí trilogía clásica. Como mínimo resulta un auténtico placer disfrutar de Skywalker y familia en una gran pantalla y con los medios sonoros y visuales actuales. Quizá sólo por eso y por escuchar la música de inicio, el clásico de John Williams, vale la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario