Los rebeldes siguen apostados detrás del planeta Julay, probando una nueva máquina que pueda derrotar a la república. Se trata del Hoola hoop, un círculo vicioso del que es muy difícil escapar. Darth Vader sigue en contacto con Luke Skywalker, intentando que su hijo se ponga al teléfono para hablar con el Emperador.
Riiing, riiiing (llamada intergaláctica)
- Sí, aquí casa Jedi.
- Luuuuuke, soy tu padre.
- Ah, hola papá. ¿Como estás?
- Bien, hijo, haciendo lo mío con el Emperador.
- Ya… ¿y como va?
- Pues ya ves, buscándote como locos.
- Pues no me busques que no me vas a encontrar.
- Venga hijo, dime donde estás.
- No te lo diré, que luego vienes con todas las naves a liarla parda.
- Mira que si me pongo tonto con la fuerza te encuentro.
- Ya, pero te llevará días.
- Sí, también es verdad, y hoy tengo dolor de casco.
- Pues no le des más vueltas, ya nos veremos pronto.
- Bueno, vale. Me tienes intrigado con tanto misterio hijo.
- Es que el ataque tiene que ser una sorpresa.
- No, no, ya me lo imagino. Oye, te paso al Emperador, que quiere decirte algo.
- No, no… no me lo…
- Hola joven Jedi.
- ¿Qué quieres?
- Hacerte una oferta que no podrás rechazar.
- No la quiero oír.
- Vale, te la hago igual. Si te unes a nosotros, dominarás la Galaxia, serás un pilar para el Imperio, tendrás el mejor convenio colectivo, pagas dobles, fiestas de guardar y vacaciones en un planeta artificial que estamos construyendo ¿Qué te parece?
¿Aceptará Luke la oferta del Emperador? ¿Sucumbirá a los encantos del lado oscuro? ¿Por qué si contesta al teléfono no rastrean la llamada? Dentro de 15 días la respuesta.